PREVENCION ULCERAS POR PRESION O ESCARAS


DEFINICION: Lesión abierta en la piel con forma “crateriforme” con escasa o nula capacidad para cicatrizar.

Se producen generalmente por una abrasión inicial y normalmente van a acompañadas de inflamación o infecciones en algunos casos.

Las ulceras por presión o escaras se identifican normalmente en los ancianos y requieren una valoración del médico y cuidados de enfermería.

Este tipo de ulceras son lesiones isquémicas (se producen por falta de riego sanguíneo) que pueden provocar la muerte de los tejidos y ocasionar necrosis.

Al producirse por falta de movilidad y presión se producen habitualmente en zonas de prominencia de huesos ya que es la parte que más presión sufre con el apoyo reduciendo el flujo de sangre. Si la persona está recostada de lado aparecerán en los hombros, caderas, zona interior de las rodillas y tobillos. En posición boca arriba aparecerán en los talones, espalda y glúteos.

CLASIFICACION: según el grado de severidad.

Grado 1: enrojecimiento en las capas superficiales de la piel sin llegar a romper la barrera cutánea.

Grado 2: erosiones, ampollas y/o desgarros superficiales que se prolongan a la primera porción de tejido graso subyacente.

Grado 3: se extiende más profundamente a través de las estructuras superficiales afectando a la grasa subcutánea y produciendo necrosis del tejido, pudiendo llegar a comprometer al musculo.

Grado 4: el tejido blando desde la piel hasta el hueso está destruido

COMO Y POR QUE SE PRODUCEN

Cambios asociados al envejecimiento:

  • Regeneración más lenta de la piel (disminución de la fuerza de unión de las células de la epidermis).
  • Disminución de la sensibilidad al dolor (las capas de la piel se adelgazan y se alteran los tejidos elásticos y el colágeno).
  • Fragilidad de los vasos sanguíneos y del tejido graso por falta de vitamina C que favorece la aparición de lesiones por presión.
  • Falta de movilidad de la persona, aumento de las abrasiones, humedad producida por la incontinencia urinaria y fecal.
  • Factores ambientales como pueden ser los colchones o sillas duras, escayolas…
  • Presión del propio cuerpo.
  • Fricción: tanto del propio cuerpo con la ropa de cama y los pliegues como del cizallamiento entre dos capas de piel.
  • Desnutrición y obesidad favorecen la aparición de las ulceras por presión.

PAPEL DEL CUIDADOR: para evitar la aparición o que se agraven las ulceras, los cuidadores deben realizar cambios posturales con la frecuencia prescrita y que consideren necesaria. También deben realizar los cambios de pañal necesarios para evitar la humedad.

Lo principal es aliviar la presión mediante cambios posturales y empleo de ayudas técnicas, unido a la reducción de otros riesgos que favorezcan la circulación sanguínea.

CAMBIOS POSTURTALES:

En la cama se recomienda:

En la silla de ruedas se recomienda:

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